Instituto
Superior Nueva Formación
Profesorado
de Ingles
Primer
año
Problemas
socio antropológicos de la educación
Docente:
Collantes Mónica Viviana
Alumno:
Simón Argañarás
Córdoba
13/10/2013
Informe
La
educación como proyecto político pedagógico
De
Francisco Gutiérrez
Introducción:
En
este informe se busca entender y sintetizar la tesis de Francisco Gutiérrez que
abarca la temática del proyecto alternativo, como este se vincula con la
búsqueda de un hombre nuevo, parte y a su vez generador de una nueva sociedad,
sus características principales, las de este así como también las de esta nueva
sociedad, sus dificultades de aplicación concreta, en donde el educador es
poseedor de una herramienta fundamental tanto como estratégica para su pronta realización.
Desarrollo:
En
la búsqueda de un proyecto alternativo o transformación radical de los sistemas
de enseñanza, teniendo como objetivo la creación de una cultura nueva y
diferente. Para que se produzca un cambio o transformación del sistema
educativo debe haber también un cambio en el sistema económico, social y
político y para que se genere un cambio en las estructuras sociales debe haber
primero un cambio en el hombre, esto es debido a la estrecha relación y
dependencia que mantienen ambos.
Marx dijo que los hombres son producto de las
circunstancias y de la educación.
Un
hombre nuevo es producto de una circunstancia nueva pero esta circunstancia es
generada por el hombre, el educador necesita ser preparado para generar hombres
nuevos, creadores de nuevas circunstancias.
El
proyecto educativo,
que es también político tiene que encontrar la forma de impulsar el proyecto
histórico nacional, esto se complica, ya que existe en general, una especie de
sumisión acrítica, que mantienen muchos docentes, sin percatarse de la relación
que vincula a la educación del hombre con las políticas del gobierno.
Esta
situación logra destacar grandes dificultades una de estas se
refiere a la toma de conciencia por parte del docente, este debe reconocerse
a si mismo, como poseedor de una de las
formas de politización mas importantes, la cual es la labor educativa como acto
político.
Una
segunda dificultad es que, esta toma de conciencia no se genera de manera
voluntaria o espontanea sino como resultado de la participación y organización
políticas. Estas últimas dos son requisitos fundamentales para la
elaboración de un proyecto educativo alternativo.
Para
generar
nuevas estructuras sociales es prioritario recrear hombres nuevos,
críticos, inconformes y creativos, la función de este hombre no es la de
adaptarse a lo existente sino como crecer él como hombre nuevo dentro de una
nueva sociedad.
Se
hace hincapié en la idea de qué tipo de hombre queremos educar como impulsor de
qué tipo de sociedad.
En
la educación se debe ser congruente si se busca educar para la democracia debe
existir un ambiente democrático, participativo. El objetivo que se persigue no
es el de modificar programas ni medidas administrativas sino aquellos elementos
que generen nuevas relaciones sociales que puedan modificar las estructuras
sociales existentes.
Se
debe cambiar
la relación escuela – sociedad en búsqueda de renovación, por mas
utópico que parezca esto, todo cambio social debe ir acompañado de una
alternativa pedagógica que garantice un sistema educativo cada vez más
democrático y participativo.
El
educador es el que tiene más oportunidades de lograrlo, pero debe darse cuenta
que la educación mas que un problema técnico es político y se debe resolver
como tal, pero para esto el docente debe estar convencido y tener un poder de
convencimiento muy grande. Todos estos cambios son difíciles de plasmar no
tanto por la determinación del docente sino por la conveniencia de los grupos
de poder de mantener las estructuras establecidas.
Habíamos
dicho que para que se generen todos estos cambios es necesario prioritariamente
un hombre
nuevo, este debe ser inacabado, dirigido hacia su realización, creador
de su historia no parte de la de otro, este hombre posible arranca del hombre
real perteneciente al tiempo y espacio actual, en esto se encuentra la
dificultad de lograr superar las ataduras que no dejan generar cambios.
Este
hombre debe estar en íntima relación con los problemas de su tiempo, consciente
de sí mismo en contacto con su mundo, de esta manera lograra crear y recrear la
sociedad en la que se encuentra transformándose al mismo tiempo.
Un
hombre social en devenir y en proceso creativo permanente, se debe reconocer
como parte de una sociedad y como individuo buscando su continuo desarrollo
para nutrirla.
Un
hombre con capacidad y posibilidad de impulsar una sociedad justa y democrática
en la cual se tenga la oportunidad real y efectiva de satisfacer las
necesidades básicas.
Esto
denota dos posturas antagónicas por un lado la elite – poder, que promueven un
hombre totalmente dependiente a ellos, por el otro las grandes masas que no
encuentran la realización personal solo se conforman con sobrellevar el día a día,
hasta que no se le dé fin a esta diferenciación la satisfacción de las
necesidades básicas no será suficiente.
También
es necesario considerar una segunda dimensión que es fundamental para el
desarrollo sustentable de nuestro proyecto alternativo este consiste en el tipo
de sociedad que necesitamos impulsar, hombre y sociedad son dialécticamente inseparables
de la misma realidad.
Esta
nueva
sociedad debe superar las
contradicciones de la actual, en donde no existan opresores
(una elite económica y políticamente dominadora, dueña del sistema y
acumuladora de los beneficios sociales) ni oprimidos
(aquellos que no logran encajar en este primer grupo o gran mayoría), pasar de
una sociedad cerrada a una abierta a través de la instauración de una nueva relación
de producción donde se logre abolir las relaciones capitalistas de esta, solo
nuevas relaciones económicas pueden lograr una nueva relación social, familiar,
religiosa y cultural. Humanizándola a su vez.
Pasaremos
de una sociedad autocrática ( en
donde la participación política de esta mayoría mencionada anteriormente queda
reducida a un voto cada cuatro años), a una participativa y democrática (soberana, ideológica, política, económica
y culturalmente libre).
Este
cambio no se debe dar con violencia sino con un desarrollo progresivo de los
niveles de conciencia, que serán inherentes a nuevas formas de organización política.
Conclusión:
El
autor diferencia dos dimensiones dentro del nuevo proyecto pedagógico la
primera de consiste en crear un hombre nuevo y la segunda remarca la necesidad
de impulsar un tipo de sociedad nueva, en la cual nuestro hombre nuevo ideal,
se pueda desarrollar, cabe destacar que este hombre es producto de un entorno
que el mismo construye, generando como resultado, una sociedad acorde a la
propia acción transformadora del hombre, el rol fundamental que propone el
autor está en manos del educador esperando que este, posea los atributos y la preparación
necesaria para lograr la concreción de este hombre nuevo generador de nuevas
realidades.
Nuestro
hombre nuevo debe lograr superar la deformidad existente de criterios de análisis
y proyección, generada por vivir en una sociedad en donde el lucro y el poder
son los pillares fundamentales de supervivencia.
Un
hombre podrá sentirse realizado encontrando el sentido de su existencia a través
de sus actos, haciendo frente a los medios que lo esclavizan, esto genera que
se recree permanentemente.
Mientras
el pueblo se mantenga callado, conformista y/o desentendido con las realidades
sociales no podemos hablar de democracia participativa.
Si
esta estrategia de cambio depende de un desarrollo progresivo de los niveles de
conciencia, se debe promover procesos educativos que habrán el dialogo y la concientización
junto con los organismos e instituciones responsables del funcionamiento democrático
de la sociedad.
Bibliografía:
EDUCACION
COMO PRAXIS POLITICA por Francisco Gutiérrez.